El juego de los dados

Mi esposa es una trabajadora del mundo BDSM; sus clientes suelen ser jovenes sumisos con ganas de que mi esposa les azote sus partes.

 También tiene un juego más intrigante; dispone de 5 esclavos sumisos en castidad forzada numerados, antes tenía 6, y cada semana lanza un dado, el número que sale y coincide con el afortunado sumiso, ella lo libera y deja que se la folle y se corra dentro. Algún sumiso con menos suerte lleva ya medio año sin salir de su castidad, y encima les cobra al mes 300€, les toque en suerte el dado o no, pues su contrato es anual...

Ahora mi mujer está preocupada porque si sale el 6, al estar el puesto vacante, el trato es liberar a los 5 y dejar por turnos que se la follen. Todavía no ha salido ese número, pero tarde o temprano saldrá, así que me propuso convertirme en su número 6...

Yo nunca había usado un cinturón de castidad, pero mi esposa era una experta, así que me trajo uno metálico, un poco pequeño para mi polla, pero que según ella, quedaría perfecto. Cuando me lo estaba colocando me miraba a los ojos y me decía soriendo:

-Cariño, una vez te coloque esto, te convertirás en mi número 6, y obviamente el juego se aplica también para ti, eso quiere decir que hasta que no salga el número 6 en el dado, tu polla seguirá aquí dentro bien alojada, y ya sabes que eso implica que ni puedes follarme ni correrte (ahí se rió la muy perra...). Pero no te preocupes, pronto conseguiré a otro que te sustituya...claro que en ese caso, tú perderías el número y como solamente hay 6 números en el dado, y tú serías el 7, ya no tendrías opciones a ser liberado (cuando iba a quejarme, oí el click del candado, el cinturón de castidad estaba cerrado y por cierto, no veía la llave por ningún lado); 

-Cielo, la llave está guardada en una caja de seguridad que solamente se abre si sale el número en cuestión, todo muy automatizado, pero no te preocupes. Si consiguiera al sexto, tarde o temprano alguna vacante volverá a ver, y volverás a tener tu oportunidad.

Y pasaron dos meses jugando al dado, no me salió el 6 y tuve que ver como semana tras semana liberaba a alguno de los 5 y se los follaba, mientras yo, su ahora sumiso marido solamente podía mirar e imaginar...

A los 5 meses y después de haberme liberado solamente 2 veces, consiguió a su sexto; ahora mi castidad temporal es casi permanente, han pasado 11 meses y me parece que los 6 renovarán por otro año, creo que les pone cachondos ahora que saben que su marido aún está en peor condición que ellos; para esos 6, yo solamente soy un marido sumiso y cornudo en castidad y lo peor para mí, es que mi castidad será tan temporal o permanente como ellos quieran, mi mujer está encantada, a razón de 1800€ mensuales por follar con 4 jóvenes al mes y teniendo a su marido completamente cachondo todo el día y a su completa disposición, bueno, casi completa...o eso dice mi cada vez más menguante pene...

Merienda forzada lista...

 Cuando llego a casa para merendar, después del trabajo, mi mujer ya ha tenido su ración de comida con su amante, y me espera en la habitación para darme a mí la mía. La mayoría de veces, su amante ya se ha ido, pero a veces todavía sigue allí, limpiándose los restos de su pene, y después de comerme la tarta de crema de mi mujer, me toca darle las gracias a él por la merienda, que quiera o no, me toca digerir todas las tardes, al menos así será todo el mes, porque las llaves de mi cinturón de castidad las comparte mi mujer y su amante, y más me vale complacerla a ella y darle a él las gracias...

Irresistible...

Después de 3 meses, mi novia ya iba a liberarme del cinturón de castidad, se acercó y mirándome a los ojos con burlón semblante, sonrió.

-Cielo, debes de tener las bolas muy llenas de rica lechita, jejeje, no hay nada que me guste más que verme bien empapada en rico semen, me encanta su viscosidad sobre mi rostro, el calorcito y su sabor...Solamente tienes que quererlo de verdad y dejaré que te corras en mi cara, te lameré las pelotas y te limpiaré la polla, prometo tragarme toda la lechita, y debe ser bastante, jejeje, a estas alturas. Sabes que a los 3 meses te libero...

Se acercó y cogió la llave que colgaba de su cuello, la aproximó al cerrojo e insertó la llave, haciéndola girar hasta que sonó un excitante clic, mi pene estaba libre una vez más, no tardó en crecer en tamaño, pero para la sorpresa de ambos, la situación no era lo que se prometía esperanzadora.

-Oh Dios mío, ¿en serio? ¿no puedes empalmarte más? pero si apenas alcanza el tamaño de la de un niño, parece que después de tanto tiempo en ese pequeño dispositivo, tu polla ha decrecido, y lo peor es que la cosa irá a peor, porque sabes que tengo que volver a encerrarla cuando acabe el día, y por otros 3 meses; no, si al final desaparecerá y todo, jajaja.

La humillación por parte de mi novia no fue nada comparado con lo que iba a venir después, por lo visto, ella...lo tenía muy previsto todo, ya se esperaba algo así.

-Mira cariño, yo entiendo que tengas muchas ganas de correrte en mi cara, pero sabes que tu pequeño miembro se queda muy corto para mis expectativas, no obstante la última palabra siempre será tuya, al fin y al cabo es tu día. ¿Qué te parece si pospones tu corrida y se la regalas a un pollón de verdad? ¿me harías el gusto? ¿dejarías que otra polla se corra sobre mí a cambio de volver a tu jaula otros 3 meses?

¿Vas a ser un novio complaciente con tu novia, lo serás cariño? ¿mmm?...

Sus ojos de corderito degollado pudieron conmigo, y al acceder, no tardó en recolocar mi pequeña pollita en su jaula, me apartó a un rincón y esperamos unos 15 minutos, mientras ella se preparaba su lencería más sexy. Llamaron a la puerta y entró un amigo íntimo de ambos, lo que ocurrió después...ya es historia:

Rutina multimedia...

 Todos los días mi novia me envía vídeos de este tipo, para recordar que soy su novio cornudo en castidad, con su última follada y siempre colocando la foto de mi polla bien encerrada, por supuesto, ella se pega un buen baile para hacerme saber que su culito, está disponible para cualquier polla, cualquiera menos la mía...

De desayuno: "Bollo de crema"